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© 2020 Flowrece

Qué es el flow y cómo conseguirlo

Entrar regularmente en el «estado mental de flujo» nos hace ser más felices y estar más relajados. Pero, ¿cómo sabemos cuándo estamos en flow y cómo llegamos a él?

¿Qué es flow?

¿Alguna vez has estado haciendo algo y estabas tan absorto en lo que hacías que es como si no existiera nada más? Es posible que hayas experimentado lo que psicología se conoce como un estado de flujo.

El flujo es un estado mental en el que una persona se sumerge completamente en una actividad. El psicólogo positivo Mihály Csíkszentmihályi describe el flujo como un estado de inmersión total en una actividad.

En el estado de flujo, las personas están completamente implicadas y concentradas en lo que están haciendo.

 “El estado en el cual las personas se hayan tan involucradas en la actividad que nada más parece importarles; la experiencia, por sí misma, es tan placentera que las personas la realizarán incluso aunque tenga un gran coste, por el puro motivo de hacerla”

-Mihály Csíkszentmihályi

Puedes tener flow de diferentes maneras y varía según cada persona. Suele ocurrir cuando estás haciendo algo que te gusta y que se te da bien.

Este estado suele asociarse con actividades en las que usamos la creatividad, como la pintura, el dibujo o la escritura. Sin embargo, también puede producirse mientras se practica un deporte, como el yoga, bailar o salir a correr.

Vamos a ver un ejemplo de cómo sería estar en flow:

Imagina por un momento que estás en clase de yoga. Tu atención se centra en los movimientos de tu cuerpo, en la potencia de tus músculos, en el aire que entra y sale de tus pulmones y en la sensación de la esterilla bajo tus pies y manos. Estás en el presente, completamente absorto en tu práctica. Es como si no existiera el tiempo. Estás cansado, pero apenas lo notas. Estás en flow.

Características del estado de flow

Fluir se caracteriza por:

  • Realizar una actividad a la altura de nuestra habilidad, una actividad que implique concentración por nuestra parte pero que contemos con los recursos necesarios para hacerla. Por ejemplo: si tocas la guitarra, aprender a tocar una canción nueva.
  • Estado de conciencia neutro, del que nos percatamos una vez hemos terminado la tarea y abandonado el estado de flow, ya que como afirma Martin Seligman en su libro La auténtica felicidad: “La conciencia y la emoción tienen por objeto corregir la trayectoria del pensamiento y la acción; no son necesarios cuando lo que una persona está haciendo roza la perfección”
  • Sentir que se tiene un grado de control sobre la actividad
  • Mantener la atención y la concentración en la actividad

En definitiva, se trata de estar tan absorto y concentrado en una actividad, del tipo que sea, que el tiempo parece volar. Por tanto, suelen ser tareas que nos liberan porque estamos en el presente, en el aquí y en el ahora, alejados de la ansiedad (el futuro) o la nostalgia (el pasado).

Fluir: qué dice la neurociencia

Estudios científicos han descubierto que se producen cambios en la actividad cerebral durante los estados de flujo. Otras investigaciones sugieren que también se produce un aumento de la actividad de la dopamina (una sustancia química del cerebro relacionada con el placer y la motivación) cuando entramos en estado de flujo.

¿Cómo entrar en un estado mental de flujo?

Conseguir fluir puede hacerse de varias maneras. 

Cada persona tiene diferentes desencadenantes y diversas actividades que le gusta hacer. En las siguientes secciones, veremos diferentes actividades que suelen asociarse a un estado de flujo y algunos desencadenantes con los que quizá ya estés familiarizado por experiencias anteriores.

  • Haz lo que te gusta. Así de simple. Cuando hacemos algo que nos apasiona esto nos permite sentir uno con lo que hacemos, desconectamos de nuestra lista mental de “cosas por hacer”, concentrarnos profundamente, nos dejamos llevar por el momento y nos sentimos conectados a algo más grande que nosotros mismos. Cuando entramos en flow, todo es hermoso y sin esfuerzo: las cosas suceden perfectamente. Fluimos y pasan las horas y no nos damos ni cuenta.
  • Busca:
    • Concentración profunda: Pon toda tu atención en lo que estás haciendo. Estás solo con tu mente.
  • Objetivos claros: Ponte un objetivo claro, así la mente puede mantenerse centrada en lo que haces ahora, en el momento presente, en lugar de preguntarse cuál puede ser el siguiente paso.
  • Retroalimentación inmediata: Como dice Kotler: «Los objetivos claros nos dicen lo que estamos haciendo; la retroalimentación inmediata nos dice cómo hacerlo mejor». El feedback inmediato también alinea nuestra conciencia y atención, según las primeras definiciones de Csikszentmihalyi sobre la naturaleza de un estado de Flujo.
  • Relación entre desafío y habilidades: las tareas demasiado desafiantes pueden hacer que nos sintamos abrumados, poco preparados para afrontarlas y ansiosos. Una tarea demasiado sencilla, por el contrario, puede inducir al aburrimiento. Para fluir, un objetivo debe estar a medio camino entre estos dos extremos.

¿Por qué el yoga es ideal para fluir?

La respiración controlada y un entorno tranquilo son condiciones estupendas para centrar tus pensamientos en lo que estás haciendo en el presente, aquí y ahora.

Con la proporción adecuada entre desafío y habilidades en términos de equilibrio, fuerza y estiramiento, el yoga es muy propicio para alcanzar un estado de flujo.

¿Cómo fluir en tu práctica de yoga?

Ahora que entiendes qué es exactamente el estado de flujo, puedes intentar llevarlo a tu práctica de yoga.

Tres pasos para fluir en tu esterilla:

  • Párate y siente. Respira conscientemente unas cuantas veces y aléjate de cualquier distracción.
  • Aquí y ahora. Concéntrate en lo que estás haciendo, mantente presente en el momento. Practica con curiosidad y sin esperar ningún resultado.
  • Medita en movimiento. Conviértelo en una práctica meditativa mientras te mantienes atento a la actividad. Muévete deliberadamente y con atención y nota cómo te llenas de energía. Cuando caigas en el piloto automático, vuelve a interesarte y a sentir curiosidad por lo que estás haciendo. Recuerda que quieres estar absorto en la actividad.

Tres habilidades que cultivar para fluir en tu práctica

¿Cuáles son algunas de las cualidades más importantes que necesitamos para fluir en nuestra práctica de yoga? Podemos referirnos al 5º, 6º y 7º miembro del Yoga Sutra de Patanjali: Pratyahara, Dharana y Dhyana. 

Pratyahara

La retirada de los sentidos. Esto significa que tienes que esforzarte en ignorar todo lo demás que no tiene nada que ver con la actividad en la que quieres concentrarte. Puede ser útil tomarse un momento para centrarse antes de empezar y hacer unas cuantas respiraciones profundas y completas para calmar la mente y alejarla de las distracciones.

Dharana:

Pratyahara nos prepara para Dharana. Una vez que nos hemos ocupado de las distracciones, ahora tenemos que trabajar en nuestra concentración. Aprendemos a ralentizar la mente concentrándonos en una sola actividad. Practicar periodos de concentración cada vez más largos nos conducirá de forma natural a un estado mental meditativo.

Aquí es importante concentrarse en la actividad por el mero hecho de hacerla, con curiosidad por el proceso y por cómo se desarrolla en el momento presente, sin ninguna expectativa de un resultado concreto.

Dhyana:

Este estado meditativo es un flujo ininterrumpido de concentración que se convierte en un estado de conciencia y absorción en el momento presente tal y como es. Y en este contexto, es la conciencia y la absorción en la actividad en la que estás concentrado.

En esta etapa pierdes la conciencia del tiempo y te conviertes en uno con lo que estás haciendo. Ya has llegado, estás fluyendo.

¿Cómo fluir con la vida?

¿Cómo podemos aplicar el flow a nuestra filosofía de vida?

Puedes empezar practicando actividades sencillas que formen parte de tu vida ordinaria, que no te importen, o incluso que disfrutes haciendo. 

Por ejemplo, puede ser caminar en silencio, lavarte los dientes o ducharte. 

Una vez que tengas algo de experiencia con actividades que no te importan, puedes empezar a aplicarlo a actividades que te gusten menos, como limpiar, fregar los platos, estudiar, etc.

Lo importante es que, sea lo que sea que hagas, lo hagas de manera consciente. La mente está concentrada, no divaga, no piensas en otra cosa. Estás totalmente involucrado en lo que haces. Te sientes bien. Es como si el mundo exterior dejara de existir y de pronto, todos los problemas desaparecen.

¿Qué tiene en común fluir con Flowrece? Nuestra filosofía

 ¿Por qué hemos elegido la palabra fluir (flow) como parte de nuestra filosofía?

flow (fluir) + florecer (crecer)= flowrece

Con nuestro proyecto, nuestra intención es la de proporcionar herramientas y actividades que nos ayuden a cultivar la atención en el momento presente y cultiven alguna parte de nuestros intereses de forma que nos resulte gratificante y, así, alcanzar el estado de flujo o fluir.

Dichas herramientas y actividades abarcan el bienestar y el autocuidado con yoga, mindfulness, meditaciones…

Así pues, el resultado de fluir mientras cultivamos nuestros bienestar no puede ser otro que el de crecer o florecer.

Recomendaciones de lectura:

Si quieres saber más sobre el tema, te recomiendo encarecidamente que leas el libro de «Fluir» de Michaly Csikszentmihaly y «La auténtica felicidad» de Martin Seligman.

Conclusión

Cuando fluyes de esta manera, cualquier actividad o tarea ordinaria puede convertirse en una experiencia extraordinaria y profundamente satisfactoria, que te da energía y te llena, en lugar de costarte esfuerzo.

El yoga es una gran manera de alcanzar ese estado de flujo, recuerda: aíslate del exterior (pratyahara), concéntrate en ti (dharana) y lleva tu mente a un estado meditativo de conciencia con lo que estás haciendo (Dhyana).

Profe de yoga y yogui convencida de que la vida siempre tiene un lado amable para nosotros, solo hay que saber mirar. Entusiasta por naturaleza, amante de los idiomas, las culturas y el saber.