5 principios básicos del yoga para la vida
¿En qué piensas cuando piensas en yoga? Seguramente en una clase llena de personas estirando, o sentadas en el suelo meditando. Sí, probablemente eso es lo que veas si te asomas por la puerta de una clase de yoga, pero sin duda el yoga va mucho más allá.
El yoga existe desde hace miles de años y cuenta con una antigua filosofía desarrollada con el fin de servir a la totalidad de la experiencia humana. Los fundamentos tradicionales del yoga se basan en las enseñanzas de Patanjali y sus ocho pasos del yoga o Yoga Sutras. Sin embargo, podemos simplificarlos desde un punto de vista moderno en 5 fundamentos del yoga.
Swami Vishnudevananda recogió estos fundamentos de su maestro, Swami Sivananda. Fue conocido por su estilo contemporáneo de enseñar la filosofía y la práctica del yoga y fue gracias a su estilo moderno de enseñanza que la antigua práctica del yoga llegó a los países occidentales.
Teniendo en cuenta las necesidades del estilo de vida de los hombres y mujeres modernos, Swamiji sintetizó la antigua sabiduría del yoga en cinco principios básicos:
1.Ejercicio adecuado – Āsana
2.Correcta respiración – Prāṇāyāma
3.Relajación adecuada – Śavāsana
4.Dieta – Vegetariana
5.Pensamiento positivo y meditación – Vedānta y Dhyāna
5 fundamentos del yoga
1. Asanas: Ejercicio
Un buen ejercicio es necesario para mantener el cuerpo sano, fuerte y flexible. Los ejercicios físicos o posturas del yoga se denominan asanas. Las asanas son movimientos o estiramientos que ayudan a lubricar las articulaciones, los músculos, los tendones, los ligamentos y otras partes del cuerpo. También ayudan a mejorar la circulación, liberar la tensión del cuerpo, aumentar la flexibilidad y tonificar el sistema nervioso. Las asanas deben realizarse de forma lenta, relajada y metódica. Además de desarrollar el cuerpo físico, la mente también recibe un impacto positivo. A la mayoría de las personas les resulta difícil calmar la mente. Comenzamos con asanas para ayudar a iniciar el proceso de calmar la mente y crear una buena base para los siguientes pasos.
2. Pranayama: Respiración
Pranayama nos enseña a respirar bien. Todos los seres vivos respiran, de una manera u otra. No hay vida sin la respiración.
Nuestro estilo de vida moderno ha hecho que olvidemos cómo respirar. Respiramos de manera muy superficial. Todas las células y tejidos de nuestro cuerpo se alimentan de oxígeno. Sin un suministro adecuado de oxígeno, nuestras células y tejidos se debilitan. La respiración profunda proporciona una gran cantidad de oxígeno, que mantiene las células y los tejidos sanos. Al exhalar, expulsamos las impurezas de nuestro cuerpo. La falta de exhalación profunda no elimina suficientes impurezas de nuestro cuerpo. Si respiramos de forma superficial entonces no suministramos suficiente oxígeno y no expulsamos suficientes impurezas. Pranayama nos muestra técnicas de respiración para enseñar al cuerpo a respirar de nuevo.
3. Savasana: Relajación
Vivimos tiempos en los que hemos puesto nuestro valor en lo productivos que somos. Hacer más y más rápido. Esto hace que estemos en constante movimiento, sobrecargando nuestros cuerpos y mentes y estresándolos. Una buena relajación es otro factor importante que debemos incorporar a nuestra práctica diaria para permitirnos descansar y recargar. El descanso y la relajación ayudan a calmar todo el sistema. Cuando tenemos estrés, a veces es difícil parar y desconectar e incluso algo tan básico como dormir se convierte en un problema. Savasana o técnicas de relajación del yoga ayudan a calmar el sistema y enseñan a la mente y al cuerpo a relajarse.
4. Dieta y nutrición
Lo que comemos tiene un impacto en nuestra salud y bienestar. La dieta yóguica es una dieta vegetariana sencilla, natural y saludable. Por una serie de razones, una dieta basada en plantas es óptima para la buena salud. Permite que el cuerpo aproveche al máximo los beneficios de los alimentos, el aire, el agua y la luz solar. Además, es fácil de digerir y favorece la salud. Una dieta yóguica ayuda a conseguir una mejor salud, así como una mente despierta, pero tranquila. Deben evitarse alimentos que exciten (como la cafeína) o que atonten la mente (como el alcohol). La dieta vegetariana es también una expresión de ahimsa (no violencia), un precepto importante a seguir para la evolución a niveles superiores de conciencia.
5. Vedānta y Dhyāna: Pensamiento positivo y meditación
Nuestra mente es lo que impulsa a nuestro cuerpo. Se necesita una mente tranquila y estable para mantener nuestro cuerpo en condiciones óptimas. El pensamiento positivo ayuda a purificar la mente y a experimentar la paz interior. Podemos aprender y practicar las enseñanzas de Vedānta para ganar una actitud positiva ante la vida. Cuando cambiamos nuestro enfoque de pensamientos negativos a pensamientos positivos, cambia nuestra percepción del mundo que nos rodea. Empezamos a ver las cosas de forma más positiva y las situaciones negativas dejan de afectarnos de forma contundente. Junto con el pensamiento positivo, la incorporación de una práctica regular de meditación (dhyana) ayuda a mantener la mente clara y centrada.
Así que ya lo has visto, la idea detrás del yoga es alcanzar una salud física y mental óptima que nos ayude a navegar por la vida de una manera más feliz y fácil.