a

Lorem quis bibendum auci Lorem gravida nibh vel velit auctor aliquet. Aenean sollicitudin, lorem quis bibendum auci elit consequat ipsutis sem nibh id elit. Duis sed odio sit amet nibh vulputate cursu. Ut enim ad minim veniam.

Follow me on instagram

© 2020 Flowrece

¿Qué harías si no tuvieras miedo?

¿Qué harías si no tuvieras miedo?

Todos tenemos miedos. Es parte de ser humanos. 

A veces somos conscientes de que el miedo nos paraliza y otras veces ocurre de manera inconsciente, sin darnos cuenta.

No es realista pensar que podemos librarnos del miedo, pero sí podemos aprender a convivir con él. 

¿Cómo?

A continuación vamos a ver unas técnicas de mindfulness que puedes aplicar a tu día a día para superar tus miedos y ansiedades.

1. Reconoce tus miedos.

Lo primero es reconocer el miedo, aceptar que está ahí e intentar profundizar en él.

Dedica unos minutos a sentarte contigo misma y reflexionar (a mí suele ayudarme tener a mano una libreta y un bolígrafo y anotar todas las ideas que me vienen a la cabeza). 

Hazte esta pregunta:

¿Qué harías si no tuvieras miedo a…

… fracaso

… decepcionar a alguien (familia, pareja, amigos…)

… no cumplir tus propias expectativas

… hacer el ridículo

… no encajar en tu propia historia

… no ganar dinero

… tener que abandonar y volver a intentarlo…?

Empieza por averiguar exactamente a qué le tienes miedo (puede que no te gusten las respuestas, pero aprenderás mucho sobre ti misma).

2. Acepta tus miedos

Una vez has reconocido tu miedo, es hora de dar el siguiente paso: aceptación.

Debemos estar dispuestos a aceptar las cosas tal como son y aceptarnos a nosotros mismos tal y como somos ahora, si no difícilmente podremos cambiar.

Cuando algo me asusta, a menudo mi reacción a mis propios pensamientos es pretender que no existen, esconderlos en un rincón de mi mente y seguir como si nada. Pero ya te digo que esta técnica no funciona, siempre acaban volviendo y la ansiedad solo va a ir a más cuánto más tardes en enfrentarte a ella.

No es fácil ser honesto con nosotros mismos. Por eso, tenemos que hacerlo desde el amor.

Piénsalo de esta forma: 

Cuando nos enfrentamos a una decisión difícil, solo podemos hacerlo desde el miedo o desde el amor. 

¿Mejor el segundo, no?

Amor puede entenderse como pasión, compromiso, confianza, amabilidad, dedicación, fe, abundancia, gratitud… te haces una idea.

En tu día a día, enfrentarte a las situaciones con una actitud de amor se puede entender como:

  • amor por lo que haces
  • confiar en las buenas intenciones de los demás
  • ser fuerte en tus convicciones
  • gratitud por tener la oportunidad de hacer algo
  • dedicación a una causa, grande o pequeña
  • fe en que las cosas saldrán bien
  • pasión o entusiasmo por algo en tu vida
  • creer que eres capaz de superar los retos…

“El valor es resistencia al miedo, dominio del miedo, no ausencia de miedo”.

Mark Twain.

¿Por qué tenemos miedo?

El miedo es un producto de nuestra evolución. De hecho, ha sido esencial para mantenernos con vida. 

Originariamente, el miedo era una respuesta de lucha o huida al estrés cuando se enfrentaba a peligros que amenazaban la vida. 

Conforme los humanos fuimos evolucionando, el miedo ha formado parte de nuestra mente y nuestras emociones.

Sin embargo, en nuestras sociedades modernas, el miedo nos frena.

El miedo se interpone en lo que de verdad queremos hacer. Ocurre a lo largo de nuestra vida. 

Como sociedad se nos enseña incluso a temer lo desconocido. “Más vale malo conocido que bueno por conocer” ¿En serio? 

Nos enseñan a preocuparnos de lo que los demás piensen de nosotros. Tememos sus miradas penetrantes si llevamos algo fuera de lo común o nos comportamos de forma diferente a la norma. 

Nos enseñan a encontrar siempre un trabajo estable y con un buen sueldo, ¿qué más da si otra cosa podría hacerte feliz?. Y ni hablar de empezar tu propio negocio, demasiado riesgo…

Se nos enseña a no hablar nunca con extraños. Entonces, ¿cómo hacemos amigos de adultos? 

El miedo al rechazo nos impide pedirle salir a esa persona que nos gusta, o pedir ese favor que tanto necesitamos.

¿Qué harías si no tuvieras miedo?

Sea lo que sea, que no te de miedo soñar.. 

Visualiza la vida que quieres: ¿qué objetivos tienes? ¿Qué cosas te gustaría aprender? ¿Qué te gustaría crear? ¿A dónde te gustaría ir? Las posibilidades son infinitas. 

Rodéate de otras personas que hayan superado sus miedos y que apoyen tus sueños. 

Distanciate de todos los detractores y esas personas que solo ponen problemas y destruyen tu buena energía. 

Lánzate. Asume el riesgo. No hay nada peor en la vida que el arrepentimiento. De hecho, y esto lo sé por experiencia, te vas a arrepentir más de las cosas que no has hecho que de las que sí has hecho.

El miedo al fracaso es mucho peor que el fracaso en sí. Y un fracaso no es un fracaso si podemos aprender cómo mejorar y qué hacer mejor la próxima vez. 

No dudes y deja de desperdiciar oportunidades: la vida es corta. No importa quién seas, te mereces tener la vida que quieres y no quedarte corto por tus propios miedos.

“Muéstrate a ti mismo ante tu más profundo miedo; después de eso, el miedo ya no tiene poder y eres libre”.

– Jim Morrison

Creadora de contenidos en Flowrece. Alma flexible, cuerpo inflexible y mente dispersa que intenta poner una chispa de mindfulness en todo lo que hace.