Sthira sukhaM o por qué el yoga nos relaja
En yoga, se dice que tal y como eres en la esterilla eres afuera, es decir, la forma en que respondas a las dificultades que te plantee una postura se refleja en tu respuesta a las dificultades del día a día fuera de la esterilla.
Por ello, una de las máximas del yoga es sthira sukham, estable y suave en cada postura.
¿Qué es Sthira Sukham Asanam?
Así pues, el nivel de tu práctica no lo determina el número de posturas avanzadas que puedas hacer sino el poder mantener en cada asana la estabilidad y suavidad acompasada con la respiración fluida.
El consejo más importante que Patanjali nos da en sus Yoga Sutras es «Sthira sukham asanam». Esto lo podemos traducir del sánscrito como:
STHIRA: estabilidad, presencia
SUKHAM: bienestar, suavidad
ASANAM: postura de yoga
Cada vez que practicamos yoga, la intención es mantener el equilibrio entre la estabilidad (sthira) y la suavidad (sukham).
¿Cómo influye sthira sukham en nuestro cuerpo?
Se trata de cultivar la actitud de ecuanimidad con este principio para que cada vez que nos enfrentemos a una postura que nos resulte incómoda o que nos produzca resistencia, nos mantengamos presentes, estables y suaves, pudiendo mantenernos en la postura durante varias respiraciones fluidas.
Sin embargo, muchas veces esta máxima resulta confusa ya que a veces se confunde la suavidad con la comodidad. Sthira Sukham no se refiere a sentirnos cómodos sino a transitar las sensaciones corporales que nos produzca la práctica de yoga con presencia y tolerancia.
El objetivo es entrar en un estado de flujo donde hay una abstracción de los sentidos para estar en el aquí y en el ahora y en ausencia de cualquier tipo de emoción.
Con sthira sukham estamos también practicando la Ley del Mínimo Esfuerzo, que no significa no hacer nada, sino actuar de forma mucho más inteligente y eficiente: acompasando la respiración con la estabilidad en el cuerpo y, en consecuencia, aquietando la mente para responder al desafío físico y mental de la postura.
Si podemos estar estables y cómodos y no nos desconcentramos por los dolores del cuerpo, o nos distraemos por la inquietud debida a una posición incómoda o a una mente arrebatada, ¡podemos sentarnos a meditar «infinitamente»! Este, según los 8 pasos del Yoga de Patanjali, es el propósito de las asanas.
Los efectos de sthira sukham en el sistema nervioso
El hecho de relacionarnos de esta forma con la incomodidad en la esterilla fomenta nuestra creatividad, pues estamos reaccionando de forma distinta a como puede que lo hagamos fuera de ella.
Las actividades que realizamos en el día a día, así como nuestros pensamientos y conductas, pueden activar la respuesta del Sistema Nervioso Simpático (lucha o huida) y/o el Sistema Nervioso Parasimpático (calma). Cuando practicamos yoga estamos fomentando el sistema nervioso parasimpático, relacionado con la respuesta de la calma.
La relajación producto de la práctica de yoga es la respuesta de nuestro cuerpo a la sensación de sentirnos a salvo, de activar el nervio vago (llamado así por su recorrido largo desde el cráneo hasta el colon).
Y es que por el nervio vago pasan fibras nerviosas por la zona de la garganta, pulmones, corazón y los órganos digestivos, zonas que se trabajan con el yoga. Además, el nervio vago influye en la salud mental. De ahí que popularmente la gente asocie el yoga a una actividad relajante: ralentiza el ritmo cardíaco y regula el sistema inmune.
En consecuencia, la práctica del yoga y la meditación aplicando el principio de Sthira Sukham fomenta el aumento del tono vagal activando el sistema nervioso parasimpático, lo que implica que nuestros cuerpos aprenden a relajarse más rápido después de estresores, resiliencia y, sobre todo, cultivar un estado anímico sereno y en calma, donde sintamos que decidimos nuestras respuestas sin ser víctimas de nuestras reacciones primarias.
