conseguir Equilibrio emocional: 7 pasos del mindfulness
Seguro que más de una vez te has encontrado «atrapada» en un estado emocional que te consume: ya sea ira, miedo, preocupación, autosabotaje, impulsividad, ansiedad, problemas de sueño, falta de impulso y motivación o de concentración.
Estas emociones negativas pueden dominar nuestros pensamientos y llevarnos a actuar de maneras que en circunstancias normales no haríamos.
Para huir de estos círculos viciosos de la mente, es importante reconectar con nosotros mismos y recuperar nuestro equilibrio emocional.
¿Y si te dijera que con unos sencillos 7 pasos puedes empezar a cultivarlo?
Vamos a ello.
¿Qué es el equilibrio emocional?
El equilibrio emocional es la capacidad de la mente y el cuerpo para mantener el equilibrio y la flexibilidad ante los retos y los cambios.
Nuestra felicidad depende de que permanezcamos en un estado mental y emocional equilibrado.
La mente está formada por pensamientos y emociones y, a menudo, estos pensamientos y emociones son negativos y, no pasa nada, es totalmente normal.
El problema surge cuando permanecemos en este estado de negatividad durante demasiado tiempo. Si no somos conscientes, podemos perder la capacidad de volver a nuestro estado neutro y equilibrado.
¿Cómo conseguir equilibrio emocional?
Cuando no te permites experimentar tus sentimientos tal y como evolucionan, sino que los evitas o los reprimes estás destruyendo tu equilibrio emocional. También cuando estás tan apegado a ellos y te identificas tanto con ellos que tus sentimientos lo consumen todo, nos ahogamos en lo que sentimos.
El equilibrio emocional se produce cuando nos permitimos sentir todo lo que surge, sin sentirnos reprimidos o abrumados y aprendemos a aceptar nuestros sentimientos sin juzgarlos.
La mayoría de nosotros intentamos evitar el dolor, tanto emocional como físico. Y es lógico, a ver, ¿quién quiere sentir dolor?
Pensamos que si podemos evitar el dolor, no nos afectará.
Irónicamente, los esfuerzos por mantener a raya los pensamientos, sentimientos y sensaciones físicas dolorosas pueden funcionar temporalmente, pero a largo plazo sólo prolongan esas experiencias e intensifican el sufrimiento que traen consigo.
Cuánto más nos esforzamos por evitar el dolor, más se intensifica el sufrimiento.
El dolor es una parte esencial de ser humano. No podemos evitarlo porque el dolor es parte inevitable de la vida.
Pero si podemos aprender a gestionar cómo respondemos ante el dolor.
Y aquí es dónde el mindfulness o la consciencia plena entra en juego.
Mindfulness y equilibrio emocional
Nuestras emociones necesitan expresarse (aunque nos haga sentir incómodos). Si las reprimimos, tarde o temprano encontrarán por dónde salir y podrían llevarnos a algún comportamiento insano, autodestructivo y/o explosivo.
Para ello debemos sentirlas de manera consciente.
El mindfulness nos ayuda a detenernos y mirar dentro de nosotros, observar qué está pasando y aprender a aceptarlo, sin juzgar.
Aquí tienes 7 pasos del mindfulness para el equilibrio emocional:
Paso 1: para
Precisamente porque es lo contrario de lo que nos dicta nuestro condicionamiento y nos resulta difícil será necesario practicar.
Para unos instantes a lo largo del día entre tarea y tarea. Toma consciencia del cuerpo, de la tensión, de tu respiración…
Paso 2: presta atención al momento presente
Ayúdate de la respiración, acompasa la inhalación y respiración. Cuando el cuerpo entra en calma la mente también lo hace. Fíjate en tu alrededor, la temperatura, la luz, el ruido…
Paso 3: ábrete a la experiencia
Presta atención a los detalles que te rodean sin cambiar nada, simplemente observando. Con mente de principiante, viviendo la situación como si fuera la primera vez.
Paso 4: acepta
Acoge tu experiencia tal y como es, puede ayudarte afirmar frases como «así es este momento». No debemos confundir con resignación. Aceptar implica reconocer la situación tal y como es a la vez que nos concedemos libertad interna para decidir si se requiere de una respuesta nuestra o no.
Paso 5: no juzgues
Una vez que somos testigos de lo que emerge, sin cuestionarlo ni apegarnos, nos concedemos la respuesta que necesitemos en ese momento.
Paso 6: trátate con amabilidad (autocompasión)
Nos tratamos con la misma amabilidad con la que trataríamos a un amigo. Si te resulta complicado, piensa en qué te diría en estos momentos tu mejor amigo.
Paso 7: deja ir
Recuerda que tú eres algo más que la emoción o el pensamiento que tengas en el momento. Desidentifícate de la experiencia, surfea la ola desde el asiento del espectador.
Si una situación nos hace daño no hay razón para quedarnos ahí. Cualquier pensamiento que te aleje del bienestar no es útil. Vuelve de nuevo al presente.
Conclusión
Conforme cambian las circunstancias en tu vida, cambiará tu equilibrio emocional.
No podemos mantener el mismo estado emocional siempre, incluso cuando las cosas van bien.
La clave es permanecer plenamente consciente de cómo nos sentimos y usar esa consciencia actuar de forma que nos acerque a ese equilibrio.
La meditación es una buena práctica para lograr equilibrio emocional.
Mira nuestras meditaciones para empezar a cultivar tu práctica y traer mindfulness a tu vida.