MEDITACIÓN PARA LA ANSIEDAD: OBSERVA TUS EMOCIONES
¿Sientes estrés, nervios? ¿Te sientes en desequilibrio?
Nuestras emociones pueden atraparnos en su turbulenta experiencia.
¿Cómo te enfrentas a estas sensaciones incómodas? Seguro que haces lo que todo ser humano decente… ¡mirar para otro lado!
Esto puede que te ayude a sentir mejor en el momento, pero a la larga solo consigue traerte ansiedad, estrés, insomnio.
Y lo peor es que estamos tan desconectados de nuestras emociones que no sabemos ni por qué nos sentimos así.
La meditación nos ayuda a reconectar con nuestras emociones. A observarlas, sin juzgar.
Aquí te proponemos un ejercicio de mindfulness para ayudarte a abrirte a tus emociones.
Siéntate unos minutos contigo mismo y explora qué sientes, cómo tu cuerpo responde a esa emoción y qué intenta indicarte con ella. Quizá hay algo que necesita tu atención…
Cómo conectar con las emociones
Las emociones siempre están ahí, las escuchemos o no.
Por ejemplo, si te enfadas tu vientre puede tensarse, tu corazón puede palpitar con fuerza y te puedes pasar minutos, horas o incluso días rumiando pensamientos negativos.
Esto se debe a que las emociones, ya sean de enfado, de paz, de ansiedad, de tristeza o de alegría, activan tu sistema nervioso para que libere sustancias químicas en el torrente sanguíneo que pueden apartar tu concentración y tu energía de otros asuntos.
Cuando las emociones son fuertes, podemos tener la tentación de etiquetarlas como el «enemigo». Es doloroso y difícil sentirme así y por eso no quiero mirarlo, voy a ocultarlo.
Pero negarte a aceptar cómo te sientes sólo pospone lo inevitable: cada emoción que niegues siempre volverá, intentando transmitir información importante.
Para conseguir resiliencia emocional y sentirte en paz contigo mismo tienes que ser capaz tanto de nombrar la emoción que estás experimentando como de describir los sentimientos que componen tu experiencia.
Aquí es donde la meditación puede ayudar, enseñándonos a observar, identificar y responder en lugar de sólo reaccionar.
Por ejemplo, la ira puede llegar para ayudarte a reconocer una expectativa que estás manteniendo y que ya no es viable. Cuando se comprende correctamente, esta información te ayuda a responder a tus circunstancias de forma que te mantenga en armonía contigo mismo y con el mundo que te rodea.
Ejercicio de meditación para conectar con las emociones
En esta meditación vamos a practicar abrirnos a nuestras emociones y aceptarlas tal y como vienen.
La meditación puede crear la atención plena que necesitas para acoger y sentir tus emociones, ayudándote a reconocer que no son el enemigo, sino todo lo contrario. Ellas, como tú, quieren ser vistas, escuchadas, sentidas y conectadas. Quieren que les prestes atención para poder ayudarte a detenerte y acceder a la información que necesitas no sólo para sobrevivir en el mundo, sino para ser la mejor versión de ti mismo.
Cuando estás abierto a acoger y sentir todas y cada una de las emociones, incluso las negativas, la ansiedad y el miedo dejan de controlar tu vida. Los juicios a ti mismo pierden su control. Y florecen el amor propio, la bondad y la compasión.
La intención de tu práctica de hoy es conectar con tus emociones, aceptarlas tal y como llegan, sin juzgar.
En esta meditación practicamos un pequeño ejercicio para conectar con nuestras emociones.
Lleva la atención a la sensación de una emoción que está presente en tu cuerpo. Nota dónde y cómo sientes esa emoción.
¿Qué sensación física acompaña a la emoción?
Imagina que esta emoción entra por la puerta. Usa la primera imagen que te venga a la cabeza. ¿Qué aspecto tiene tu emoción? ¿Cuál es su forma, su tamaño? Tómate unos instantes y acepta la forma y el aspecto de tu emoción.
A continuación, imagina que esta emoción está frente a ti, de pie o sentada a una distancia cómoda.
Pregúntale: «¿Qué quieres?». Escucha lo que tiene que decir.
Pregúntale: «¿Qué necesitas?”. Escucha lo que tiene que decir.
Pregúntale: «¿Qué acción me pides que haga en mi vida?». Escucha lo que tiene que decir.
Lleva la atención a esa sensación, a cómo se siente tu cuerpo, tu mente, al observarla de cerca.
Déjate sentir
Deja de huir de tus emociones negativas.
Están ahí para indicarte que algo va mal.
Recibe tus emociones sin pretender cambiarlas, sin rechazarlas, sin enjuiciarlas. Con aceptación y respeto.
Y aprende de lo que tienen que decir.
Hemos creado una segunda parte de esta meditación: cómo liberar emociones negativas al observar las emociones opuestas.
Puedes ver la meditación completa aquí.