Meditación para la ansiedad: libera emociones negativas

En esta meditación, vamos a practicar recibir las emociones negativas, aceptarlas y dejarlas ir.

Cada emoción viene acompañada de una opuesta. La ansiedad no puede existir sin la paz. El miedo no puede existir sin el coraje. La tristeza no puede existir sin la felicidad. 

Cuando experimentas sólo una de las emociones opuestas (tristeza pero no felicidad; ansiedad pero no paz), te quedas atascado en tu experiencia. 

Pero cuando dejas de intentar librarte de tu experiencia y te abres a toda la gama de emociones, puedes liberarte. 

Por supuesto, sufrir algo como la ansiedad no es tan fácil, pero este ejercicio puede proporcionarte el alivio que necesitas para realizar acciones que te ayuden a sentirte capacitado para hacer el cambio.

Esta meditación es la continuación de la meditación de la semana pasada para observar las emociones, así que si aún no la has visto, te recomiendo que le eches un vistazo antes de practicar este ejercicio.

¿Cómo liberar emociones negativas? Ejercicio mindfulness de meditación

Cierra los ojos y medica unos minutos a conectar con tu respiración.

Cuando hayas alcanzado un estado de calma, entonces es hora de practicar este ejercicio de mindfulness.

Lleva tu atención a la emoción

Primero, lleva la atención a la sensación de una emoción que está presente en tu cuerpo. 

Busca esa sensación negativa que te suele acompañar durante el día.

Nota dónde y cómo sientes esa emoción en tu cuerpo.

Ahora, piensa en la emoción opuesta.

Siente dónde y cómo sientes esta emoción.

Si te ayuda, puedes imaginar una situación en la que esta sensación te acompañaba, quizá unas vacaciones en las que te sentiste feliz y en calma.

Cuando estés listo, lleva tu atención de una emoción a otra. Siente el impacto que cada emoción opuesta tiene en tu cuerpo y en tu mente.

Cuando estés listo, siente ambas emociones al mismo tiempo, ¿cómo se siente esto en tu cuerpo y mente?

Ahora, visualiza una sensación de bienestar general. Observa cómo te sientes.

Y ahora mezcla las emociones

Ahora, deja que ambas emociones opuestas convivan en ti al mismo tiempo. Observa cómo interactúan en ti. 

Sigue concentrado en estas dos emociones, pero ahora, invita la sensación de bienestar al mismo tiempo. Observa cómo se siente tu cuerpo y mente mientras haces este ejercicio.

Muévete entre la sensación de bienestar general y las dos emociones opuestas:

Primero, experimenta el bienestar, luego cada una de las emociones opuestas, y luego experimenta ambas emociones opuestas más el bienestar al mismo tiempo. Observa cómo se sienten tu cuerpo y tu mente mientras haces esto.

Cuando estés preparado, abre y cierra los ojos varias veces mientras sientes una profunda relajación, tranquilidad, bienestar y paz en todo tu cuerpo. Afirma que, a medida que avanzas en tu vida diaria, las sensaciones de profunda relajación y bienestar te acompañarán en todo momento.

Cuando estés preparado, abre los ojos y vuelve a un estado de vigilia, agradeciéndote a ti mismo por haberte tomado este tiempo para meditar.

Anota tus reflexiones y las intenciones que te propongas llevar a cabo en tu vida diaria.

¿Cómo me ayuda este ejercicio?

A menudo, nos dejamos arrastrar por las emociones negativas, pero no las entendemos. ¿De dónde vienen? ¿Por qué nos sentimos así?

Es importante ser capaces de ponerle nombre a nuestras emociones y ser capaces de describir cómo nos sentimos, qué está ocurriendo dentro de nosotros.

La meditación nos enseña a observar e identificar las emociones y a responder, en lugar de reaccionar.

Por ejemplo, puede que descubras que la frustración o el cabreo que sientes se debe a una expectativa que estás manteniendo y que ya no es viable.

Cuando reconoces tus emociones, esta información te ayuda a responder a tus circunstancias de forma que te mantenga en armonía contigo mismo y con el mundo que te rodea.

Lo bueno es que con la práctica todo se consigue.

Al igual que necesitas tiempo para fortalecer los músculos, también necesitas tiempo para fortalecer tu capacidad de acoger y responder a tus emociones, en lugar de evitarlas.

Apóyate en ellas para encontrar soluciones creativas y navegar con éxito por la vida.