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KLESHAS: LAS 5 CAUSAS DEL SUFRIMIENTO

Según Patanjali, autor de los yoga sutras (aforismos del yoga), los kleshas son las aflicciones mentales que nos impiden ver con claridad y son los causantes de nuestras frustraciones, miedos, e instatisfacciones.

Literalmente en sánscrito klesha significa “veneno” ya que imposibilita alcanzar la libertad interior, una de las finalidades del yoga. 

En el budismo, los kleshas se describen como la fuente de todos los problemas individuales y mundiales.

Desde el punto de vista budista, los kleshas pueden tener un fuerte control sobre nosotros porque no somos conscientes de su naturaleza frágil: no tienen mucho poder si no se lo damos. A menudo los reforzamos con nuestros pensamientos.

Los kleshas también pueden entenderse como emociones, en cierto modo, aunque no es así como se suelen definir. Sin embargo, cuando adquieren poder, las emociones pueden causar estragos de forma destructiva.

¿Qué nos causa sufrimiento?

El sufrimiento que describen los Sutras de Patanjali está causado por los cambios del mundo exterior que perturban nuestro mundo interior.

También lo causan los samskaras (deseos), los vritti (conceptos erróneos), las impresiones y los conflictos.

Una vez que sabemos que nuestro sufrimiento es causado por el cambio, podemos mantener una conciencia abierta de que cualquier cambio en la vida puede causarnos dolor si no somos conscientes.

Cuando somos conscientes, nos damos cuenta de que el cambio forma parte de la vida y que la lucha contra él es donde surge el sufrimiento.

Si estamos demasiado apegados al pasado (incluso si nos han causado felicidad) surjirá el dolor cuando algo ya no pueda darnos el mismo tipo de alegría.

Por lo tanto, debemos ser conscientes de los kleshas antes de que causen una sensación negativa de sufrimiento.

Los sutras mencionan que los kleshas deben dejarse ir tan pronto como empiecen a crecer o surgir.

Estos cinco obstáculos dificultan nuestra vida más de lo necesario.

Impedir que los kleshas echen raíces profundas en nuestro interior nos ayudará a profundizar en nuestra práctica y a alcanzar la liberación y estar de nuevo en contacto con nuestro verdadero yo.

¿Cuáles son los Kleshas?

Los Kleshas son cinco: avidya (ignorancia), asmita (identificación con el ego), raaga (apego al deseo), Dvesha (aversión al dolor) y abhinivesa (intolerancia a la incertidumbre). Sin embargo, todos parten de avidya.  

1. Avidya

Aunque se traduce como “ignorancia o desconocimiento”, no está relacionado con el conocimiento académico, sino con el desconocimiento de uno mismo. Esto nos hace prisioneros de las apariencias o en general con todo lo material e impermanente. 

Bajo Avidya desconocemos cuáles son nuestras necesidades y valores, en consecuencia, muchas de las acciones que se llevan a cabo están en conflicto. Son nuestros patrones de pensamiento que no nos cuestionamos porque es lo que hemos integrado, aunque nos provoque malestar.

No vemos el mundo como es sino como somos nosotros. 

2. Asmita

Nos identificamos con el ego, lo contrario del a consciencia.

Nos apegamos e identificamos con nuestras emociones bajo la etiqueta de “yo soy X”.

En realidad, simplemente somos y a veces experimentamos X. Nos vinculamos con todo lo externo, lo que a menudo nos sitúa en el papel de víctimas, ya que si algo es de una forma, no podemos cambiarlo, no nos cuestionamos nada. Cuando el enfoque puede ser al revés, si yo cambio, todo cambia. 

3. Raaga

El querer siempre más. La avaricia, el inconformismo e insatisfacción.

El apegarnos a las emociones positivas que nos hacen esclavos.

Nos despoja de nuestras intenciones para llenarnos de objetivos “compro esto para sentir alegría” en vez de “hago x para cuidarme y concederme bondad”.

Por tanto, cuando llevamos a cabo alguna acción con el objetivo de sentir X emoción y no se cumple, sentimos decepción, tristeza… Se trata de movernos a través de intenciones, es decir, acciones donde solo intervenga yo y dependan de mí y cuya finalidad es contribuir a mi bienestar, no sentir una emoción concreta. 

4. Dvesa

Repulsión a cosas que no nos gustan, respuesta de rechazo y huida. “Los miedos que no enfrentamos se convierten en límites”.

Cuando constantemente huimos de todo aquello que nos provoca dolor, nos invalidamos a nosotros mismos y nos provocamos más sufrimiento del necesario.

Todo aquello de lo que huimos o evitamos nos somete. 

5. Abhinivesa

Intolerancia a la incertidumbre, al no saber, al no control.

Está relacionado con fantasear sobre el futuro, fugándonos del presente, para tener una sensación de control “si pienso en todo lo que puede pasar en X situaciones me sentiré más segura”, cuando en realidad se trata de una intolerancia a la incertidumbre.

«La inteligencia de un hombre está proporcionalmente ligada al grado de incertidumbre que es capaz de soportar».

I. Kant

Si toleramos todo lo que nos pasa por la mente sin que nos provoque por ello malestar, habremos alcanzado la ecuanimidad: el estado de meditación. 

¿Cómo podemos evitar el sufrimiento de los kleshas?

Estos obstáculos nos dificultan la vida, pero eso no significa que no haya forma de evitarlos.

Al fin y al cabo, somos seres totalmente completos que ya tenemos todo lo que necesitamos dentro de nosotros. Sólo es cuestión de saber aprovechar nuestra verdadera naturaleza y liberarla de las pesadas cargas que los kleshas y todos los obstáculos terrenales nos imponen cuando los encontramos.

¿Y cómo puedes liberarte de estos obstáculos de la mente?

Deja de vivir en piloto automático.

Ya se que es más fácil decirlo que hacerlo, pero nada es imposible.

Sin embargo, ¿cómo lo hacemos? ¿Cómo tomamos conciencia de los kleshas y dejamos de ignorarlos? ¿Qué tipo de prácticas y formas de orientación podemos acoger en nuestras vidas para hacer las paces con los kleshas?

El primer paso es ser consciente de cómo vives tu vida.

Los Yoga Sutras nos recuerdan que podemos prevenir nuestro sufrimiento futuro.

Es decir, tienes la fuerza para evitar causarte dolor y sufrimiento.

Cuando podemos evitar causarnos dolor, podemos recordar nuestra verdadera naturaleza. Los sutras nos animan a mantener nuestro objetivo en mente y a seguir adelante, continuando nuestra práctica, sobre todo en los días en que es difícil.

Para combatir las distracciones y los retos diarios, necesitamos desarrollar una práctica diaria que nos devuelva a nuestra conciencia.

Puede ser cualquier forma de práctica que aumente nuestra comprensión de nuestro cuerpo y de todo lo que entra y sale de él, como el yoga y la meditación.

Esta rutina también nos ayudará a ganar consciencia de nuestro yo interior. A medida que vas ganando conciencia sobre ti mismo y vas conociéndote mejor, te vas librando de la ignorancia, la primera klesha (avidya) que suele ser la causa fundamental de todas las demás kleshas.

Lo más importante es que cuando eliminamos el primer klesha (que es avidya o ignorancia), entonces podemos acabar con el resto de nuestras aflicciones. Cuando comprendemos nuestra verdadera naturaleza sabemos en el fondo que en realidad no tenemos nada que temer.

En la meditación o en la vida cotidiana (y estas dos pueden ser la misma cosa), debemos cultivar la atención plena y a prestar atención cuando surgen los kleshas.

Lo mejor es no insistir en ellos, ya que eso les da a los kleshas el poder de causarnos sufrimiento. Alimentar las actitudes positivas y las virtudes en lugar de centrarse en los kleshas hará que su fuerza disminuya.

Los kleshas son fuente de sufrimiento pero también pueden ser una fuente de crecimiento personal.

Cuando tenemos la mentalidad de tomar cada obstáculo difícil como una lección para permanecer atentos y amables con nosotros mismos, cualquier klesha que encontremos puede ser una fuente de crecimiento espiritual.

Tenemos el poder de aliviar nuestro sufrimiento cuando persistimos en nuestra práctica y sabemos que los kleshas no son parte de nuestros defectos, sino una parte de la vida de la que podemos aprender.

Profe de yoga y yogui convencida de que la vida siempre tiene un lado amable para nosotros, solo hay que saber mirar. Entusiasta por naturaleza, amante de los idiomas, las culturas y el saber.